Somos un grupo de mujeres que hemos trabajado años como temporeras en la exportación de la uva, en las varias multinacionales presentes en nuestro valle.
Este trabajo en los parronales, por ser “de temporada”, nos dejaba sin recursos varios meses en el año.
Con el trabajo de artesanía de tarjetas nos ayudábamos a vivir en los meses que no había trabajo. Nuestra opción no tiene sólo un objetivo económico sino, y sobre todo, solidario. Es un espacio de amistad y fraternidad. En este momento estamos consagradas de lleno al trabajo artesanal, pero con la conciencia clara de nuestra historia y nuestra pertenencia social y afectiva al mundo de los pobres.
Arena y flores del desierto de Atacama le llevarán a su casa el abrazo solidario de las mujeres temporeras de Chile y le contarán algo de la vida de su pueblo.